lunes, 5 de enero de 2009

A hundred million suns. Snow Patrol

Los primeros rayos de sol de la mañana empiezan a asomar por los huecos que deja la madera de una vieja ventana. Estáis los dos tumbados en la cama con la mente todavía a caballo entre el sueño y la realidad. Ella saca sus cálidas manos de entre las mantas y las posa sobre el frío radiador que hace meses que está estropeado. Te pone las manos en el cuello y tú murmuras que te deje dormir un poquito más. Pero en realidad no quieres que pare y ella lo sabe, así que no se detiene y desliza sus manos por tu cuello y tu espalda.

En ese momento, piensas en ella, en vosotros, en como cuando tus ojos se cruzan con los suyos pierdes hasta las habilidades más simples, como la capacidad de decirle que todo lo que quieres es os quedéis en ese momento para siempre. Te imaginas al borde del oceano que baña las costas irlandesas, gritando tan alto que te oigan hasta en América, que todo lo bueno que te ocurre es por ella. Te dan ganas de abrir las ventanas de par en par de forma que los rayos de sol bañen todo su cuerpo y puedas observarla mientras la luz recorre su cara y su cuerpo.



Pero en el fondo sabes que estos momentos no duran para siempre y,dos semanas más tarde, te encuentras sólo en casa, organizando un montón de cajas polvorientas que encierran recuerdos y fotos de un tiempo que parece demasiado lejano y que no te explicas como es posible que se haya acabado. Miras una y otra vez las fotos y te dan ganas de llorar y sólo puedes pensar que alguien debería quitarte esas fotos de las manos para poder calmar tu dolor. Relees cartas que, aunque llevan su firma, sabes que ella ahora no las escribiría, que piensa en ti de otra manera.

Mientras haces la limpieza, encuentras un pelo que, por su color y longitud, sabes que tiene que ser de ella. Te lo anudas alrededor del dedo tan fuerte que se te pone azul y empieza a palpitar. Entonces te das cuenta que los latidos que sientes en tu dedo ya los conoces, que es el ritmo de los latidos de su corazón que tantas veces has sentido mientras estabas con ella. Y ese latido, con su rítmo casi musical, se convierte en tu única fuente de energía.

Te preguntas en que pasaría si cuando toda esta tormenta acabase no pudieras estar con ella igual que estabas antes, como siempre habías deseado. Sin embargo, después de que se hubiera puesto el cielo oscuro y frío y lloviera tanto y tanto que la inundación te impedía ver nada más que no hubiera sido ella, te das cuenta que en los peores momentos de angustia y desesperación por la tormenta, ella se agarró a ti como si fueras un bote salvavidas y tú quieres que ella sepa que fue el tuyo, porque eso es lo que sientes.

La luz de cien millones de soles y estrellas os ilumina y pensáis que estaba claro que algo tenía que saliros bien de una vez.

Lo que acabo de escribir no es mío. En realidad es una especie de resumen de la historia que se puede encontrar en el último disco de Snow Patrol y que, en mi opinión, debería ser su mejor carta de presentación. ¡Un disco que tiene unas letras tan bonitas tiene que ser bueno a la fuerza!

"A hundred million suns" es un disco oscuro la mayor parte del tiempo, pero nunca es una oscuridad total, siempre hay cien millones de pequeños soles o un fuego o quizá un rayo que ilumina toda esa oscuridad y desesperanza y te hace ver que todas las cosas buenas siguen ahí, aunque las circunstancias no te dejen verlas.

Snow Patrol siguen inspirados desde que publicaron "Final straw" años atrás y, posteriormente, "Eyes Open". Éste último incluía la canción "Chasing cars", que les ha colocado en la frontera entre la música alternativa y la música mainstream. Están en ese lugar que ocuparon no hace demasiado Coldplay y este disco puede ser el que les dé el empujón definitivo hace un lado o hacia otro.

A mi personalmente me da igual si tiene más o menos éxito. De hecho, me alegro por ellos y quiero que tengan todo el éxito del mundo. Mientras tengas canciones tan buenas como las que tiene este "A hundred million suns" (y también tenían "Final Straw" y "Eyes open"), sería un poco idiota que el grupo dejase de gustarte porque le gusta a todo el mundo, ¿no?.

Mis 3 favoritas: "Crack the shutters", "Set down your glass" y esa composión final para cerrar el disco, de 16 minutos divididos en tres partes, que se llama "The lightning strike".

4 comentarios:

  1. Hola,

    Acabo de descubrir el blog. Ya soy fan :-)

    Os sigo leyendo con atención. Ahora voy a repasarme todos los posteos publicados hasta hoy.

    Saludos,
    Manuel Soleado

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  2. no he escuchado el disco, aunque de snow patrol conozco poco.

    conozco lo que conoce todo el mundo, supongo.


    pero si por silsoe-nevado hablan como hablan del disco...
    ...será que hay que escucharlo.

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  3. No sabía que hubieras retomao la faceta de blogger...grata sorpresa. Voy a darme una vuelta por Silsoe, mientras te voy haciendo caso a la recomendación del nuevo de Snow Patrol. Los dos discos anteriores me encantaron, especialmente "Final Straw", que sonaba cuando andaba yo por las islas, con la dosis de morriña que ello conlleva

    Un abrazo,
    Maiky

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  4. Hola Maiky!

    Pues sí... blog nuevo, espero que dure bastante, aunque ya sabes como son estas cosas y la pereza que da a veces.

    Pues escucha el nuevo de Snow Patrol porque a mi me parece buenísimo, no se si más o menos que los anteriores, pero por ahí cerca está.

    Un abrazo!

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