Tal y como habíamos prometido, seguimos con el repaso a la discografía de The Divine Comedy, si queréis leer la primera parte de este artículo podéis pinchar aquí.
Absent friends
“Levantad vuestras copas por los amigos ausentes”
El título de este disco, el primero desde que Neil Hannon separa su banda y sigue su carrera en solitario no puede ser más claro, “amigos ausentes”. Aunque en la canción “Too young to die” publicada en el recopilatorio “A secret history” Neil Hannon decía que era hora de cambiar, de decir adiós a sus trajes y sus corbatas, después de Regeneration parece que se lo pensó un poco mejor y decidió volver a lo que mejor se le daba, hacer canciones bonitas y dar imagen de eterno seductor y caballero inglés. En este disco los trajes vuelven a aparecer, dejando atrás la imagen de grupo Indie del montón que aparecía en “Regeneration” . Es cierto que aún así la imagen es más desenfadada que antes, sin corbata y con camisas con más colorido y grandes solapas, mucho más solemne que en "Regeneration", pero ese aire que impregnaba sus discos anteriores vuelve a estar ahí. Y la vuelta atrás no es sólo en cuestión de imagen, también en lo musical, “Absent friends”, canción que abre el disco, mira hacia los tiempo de “In pursuit of happiness, “Come home Billy Bird” trata, sin conseguirlo del todo, de conseguir el single instántaneo que fue “Something for the weekend” y “Our mutual friend” podría haber formado parte de “Fin de Siecle” sin ningún problema, y pronto se convertiría en un clásico de sus conciertos gracias a la historia que narra su letra. También destaca la colaboración al acordeón de su amigo Yann Tiersen en “Sticks and Stones". Probablemente este no fuera el mejor disco de The Divine Comedy (“Leaving today” o “the wreck of the beautiful” son canciones que te dejan un poco frío) pero incluía suficientes temas interesantes para confirmar que aún podíamos seguir esperando mucho de los discos de Neil Hannon.
Victory for the comic muse
“Araré mi propio sendero, seguiré mi propio camino”
Este disco es otro pasito adelante hacia los mejores discos de Neil Hannon, ya el título es un guiño a sus inicios, recordando ese primer disco del que siempre ha renegado que fue “Fanfare for the comic muse”. En general es un album mucho más animado y menos solemne que el anterior. Se abre con “To die a Virgin” que, como podéis imaginar va sobre los intentos desesperados de un adolescente por perder la virginidad y desde el principio se ve que el disco es más desenfadado, con más optimismo. Luego “The Light of day” recupera la línea de las mejores canciones de amor del grupo, y podría haber entrada fácilmente en “Casanova” o “A short album about love”. “A lady of a certain age” es probablemente la mejor canción del disco, y una de las mejores canciones de la carrera reciente de Neil Hannon; la canción narra la historia de una señora de la alta sociedad venida a menos y que sólo sobrevivie gracias al recuerdo de los tiempos pasados y a los halagos de los hombres más jóvenes que aún se sienten atraídos por ella y por su halo de grandeza, la letra no tiene desperdicio. “The Plough” también tiene una letra de esas que sólo Hannon sabe hacer, sobre un hombre que intenta salir hacia delante siguiendo su propio camino, encontrándose una y otra vez perdido y cambiando de dirección por culpa de la estupidez de la gente que le rodea. La historia te mantiene pegado a la canción mientras las cuerdas aumentan la tensión y el tono solemne de la canción, al estilo de “Our mutual friend” en el anterior disco. Quizá lo más flojo del disco son los singles, en los que parece que Neil Hannon sigue buscando un hit que le devuelva a lo más alto de las listas británicas sin conseguirlo, pero el disco seguía manteniendo fresco nuestro interés en sus canciones.
Bang goes the knigthood
“Algún bajareis la guardia y volveré a aparecer de nuevo”
Este disco me parece, sin duda, su mejor disco desde “Fin de Siecle”, y eso es mucho decir. Quizá influya el hecho de que el grupo abandone Parlophone y pase a autoeditar sus discos baja su propio sello, concediéndole una mayor libertad. Los anteriores dos discos de los que he hablado en esta segunda parte de la discografía del grupo creo que son discos que te gustarán mucho si ya eras fan de antes, pero quizá no conseguirían crear nuevos fans. En cambio este disco sí que creo que es capaz de crear nuevos fans. Porque “Down in the street below” recuerda a las canciones a piano del “Promenade”, “Neopolitan girl” hace que te den ganas de bailar desde los primeros acordes y “At the Indie Disco” vuelve a ser ese single pegadizo que Neil Hannon llevaba buscando desde hace tanto tiempo. No en vano, son ya muchos años en el mundo de la música y hace ya tiempo que dejó de experimentar y se dedica a lo mejor que sabe hacer, bonitas canciones, pose de caballero inglés y exquisitos arreglos para embellecer todo el conjunto. En Bang goes the knighthood hay canciones sobre los banqueros que provocaron la crisis económica, un caballero inglés que esconde un oscuro secreto, las discotecas indies, la vida de una chica en la Italia de la postguerra y, como no, canciones de amor que podrían haber formado parte del antiguo disco “A short album about love” como “Have you ever been in love” o “I like”. Bang goes the knighthood es un disco que se disfruta de principio a fin, que suena mucho más fresco de lo que cabría imaginar de un música que lleva tantos años de carrera. En este disco vuelve la corbata, acompañada además por el bombín y el maletín típicos de un banquera de la city de Londres del siglo pasado. Además fue el número 8 de nuestra lista de los mejores discos del año 2010 para este blog, y os aseguro que cualquiera de esos 10 discos, merecen mucho la pena.
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