El último disco de "Belle & Sebastian" se llama Write About Love y creo que eso es precisamente lo que voy a hacer esta noche, aunque sea de una forma un tanto destructiva. No es que yo sea tan radical y suela pensar así, pero, esta noche una amiga me ha contado una historia y me ha entrado mi vena psicópata.
En primer lugar, tengo que decir que acabo de oir en Spotify un anuncio del hombre este que se ha dedicado a poner en Facebook la estupidez esa de “30 días para conquistar a Julia”, que me pone de los nervios, con lo cual, empezamos bien.
Creo que todos deberíamos vivir el amor de una forma sumamente egoísta y el problema es que no lo hacemos… la culpa de esto la tienen las comedias románticas que vemos desde los 13 y todo ese rollo sentimental-pasteloso que roza la cursilería sobremanera, y que se basa fundamentalmente en la desacertada frase “es más bonito dar que recibir”. Que va. Lo primero que hay que hacer es pensar en uno mismo, porque Cupido es un ser despreciable que no tiene piedad. Y si él no tiene piedad con nosotros… tenemos que cubrirnos las espaldas bien.
Cupido se dedica a disparar flechas sin ton ni son, porque, como nos pasa a la mayoría, lleva muchos años trabajando en lo mismo y, lógicamente, está muy quemado (todo ello unido al hecho de que la explotación infantil no debe ser muy agradable). Así, el va únicamente a cumplir sus horas y hace su trabajo sin interés, pero, especialmente, lo hace sin fijarse, lo que provoca unos desastres de dimensiones considerables…
Vamos a ver, niño, si a chico A le gusta chica B, ¿por qué demonios le disparas a chica B una flecha cuando está pasando Chico C por delante? ¿Tan difícil es fijarse un poquito y que seamos todos felices?
Si marido A y mujer B han caído en la rutina y sus vidas son un auténtico infierno… ¿tanto cuesta re-disparar un par de flechas más?
Y, sobre todo, ¿Dónde te has dejado las “anti-flechas” o “las flechas del olvido” para poder sacar a alguien de tu sistema rápidamente? Todos sabemos que las tienes, pero eres tan egoista que no quieres compartirlas con nadie. Hasta hicieron una película sobre eso, “Olvídate de mí” y no deberíamos descansar hasta que alguien invente algo parecido. Alguien que paga para que le borren de la mente los recuerdos de otra persona porque, literalmente, no puede vivir con esos recuerdos, es de los pocos conceptos que encajarían en la definición de estar realmente enamorado.
Bueno, en fin, hablando de lamentaciones, yo lamento que mis padres de pequeña me prohibiesen cosas tipo salir por la noche, sexo, drogas, alcohol, etc y que en todo ese afán moralista psicótico que les dió, no se les ocurriese incluir lo siguiente: “Hija mía, ver comedias románticas es malísimo, no sabes el daño que te pueden llegar a hacer cuando seas mayor, porque, vas a pensar que lo normal es que aparezca un chico en la puerta de tu casa con un radiocasete con villancicos y unos carteles diciéndote que eres PER-FEC-TA y que te va a querer hasta que mueras, cuando, en realidad, lo que te va a pasar es que la persona que te interesa te va a hacer llorar hasta que tengas ganas de arrancarte los ojos y acabarás tratando como prioridad a alguien que te trata a ti como una opción”.
Como véis, otra entrada en la que no escribo sobre música, cine o libros, pero ya os avisé que no me dejaseis editar a mí sola. Aunque tengo que decir que he citado un disco, he hecho referencia a una película y Cupido es un personaje literario.
la culpa es tuya por seguir viendo esas pelis románticas.. o no viste rumores y mentiras, o cartas o julieta? :-p por otro lado, ya lo decían TCR "Cupido, Estúpido"...
ResponderEliminarcupi cucupi cupido!
ResponderEliminarplas plas plas ara, luego leo la otra nueva entrada!