En la primavera de 2004 Niel Hannon ya tenía en su inventario 7 discos y 14 años de música, y yo andaba por aquel entonces con poco más que los caramelos y los jirones de corazón propios y ajenos que son propios de las primaveras del sur.
Es entonces cuando aparece el octavo disco de Neil Hannon, Absent Friends, y con él la canción Our Mutual Friend. En ella Neil Hannon, habla de la historia de una noche de copas en la que chico-conoce-a-chica, en la variante común de amigo presenta a chico y chica.
La diferencia de ésta con la mayoría de este tipo de historias es que esta vez todo funciona a la primera, sin mensajes ni estrategias de por medio, sin forzar encuentros en el metro ni conversaciones del tipo estudias-o-trabajas.
Sólo Neil Hannon y la mujer de su vida hablando de lo molesto que es el ruido de los bares y de tropecientas cosas más, hablando hasta acabar borrachos y felices y volviendo a casa de su amigo común para bailar lento música de viejos vinilos y canciones favoritas, besándose hasta perder el equilibrio y la noción de la realidad.
Tú, en esa misma primavera, en el bar Quatro, también escuchando a Neil Hannon y pensado que a ti te pasa lo mismo, siendo esa noche de viernes el tipo más feliz del mundo porque por fin tus estrategias han funcionado y te has encontrado con ella, con "ella", que a pesar de las sandeces que has podido decir sigue toda la noche contigo hablando durante horas, nadie puede creerlo, y tú menos que nadie.
Tú siendo feliz feliz por dos, por Hannon y por ti.
Al final de la canción Neil Hannon se despierta de resaca encontrándose a su chica tendida y abrazada a su "amigo" común, con la cabeza a punto de estallar por la resaca y el estómago a 5 metros por encima de su cabeza, de la impresión.
Ya está, demasiado bonito para ser verdad, no sólo pierde a la mujer de su vida sino que pierde además a su amigo.
¿Y si le ha pasado eso al dandi de Hannon cómo no va a pasarte a ti?
Te quedas con cara de cenutrio pensando que a ti ya te ha pasado eso antes en alguna noche de borrachera, tú ya has perdido a tres o cuatro mujeres-de-tu-vida y esta vez te toca ganar, te lo repites con confianza mientras miras con desconfianza el tocadiscos y el sonido a orquesta de las canciones.
Echándote a temblar en cuanto ella mueve la aguja del tocadiscos.
Al final te vuelve a pasar, y te vas con la misma resaca que Hannon de vuelta a casa pero con mucho menos estilo, aumentando la cuenta de las mujeres de tu vida que has perdido y sumando a tu inventario otro jirón, pensando en si no convendría pedir tu parte del canon por todos que escuchan tu historia en la pista trampa del disco de The Divine Comedy.
Y para colmo de males tú caminas sin todos los componentes de una orquesta acompañándote en la vuelta a casa, intentando darle un poco de sentido al asunto.
http://www.goear.com/listen/0b3c19a/Our-Mutual-Friend-The-Divine-Comedy